Hay una construcción errada de masculinidad y hace falta cambiar de mentalidad. Estamos en ese camino.
Una sociedad donde se impone la concepción de masculinidad sobre la femineidad, adolece de la violencia de género. En el Perú, lamentablemente ocurren a diario agresiones a nivel físico, sexual o psicológico, hace falta un cambio de mentalidad para que se elimine la idea de que se puede dominar y vulnerar a la mujer.
Aunque los varones son señalados como victimarios, detrás de ellos hay una crianza, una educación y un entorno social que puede ser su peor consejero.
"Gran parte de la violencia parte de casa y de cómo estamos formando a los niños. Es un trabajo de los colegios y de los padres, para cambiar el chip y hacer entender a los pequeños varones y a las pequeñas mujeres, que la mujer no es un objeto al que puedes abusar y golpear. No es tan simple, es una trabajo de largo aliento, pero si se quiere empezar a erradicar, de golpe deberíamos enfocarnos en instituciones claves como el Ministerio Público, la Policía y el Poder Judicial, para que las víctimas no pasen meses sin tener justicia", señala Omar Mariluz, conductor de Las 5 de las 7, programa que conduce en RPP TV.
El periodista considera que poner fin a la violencia de género "es un problema de salud pública" que debe preocupar a todos.
De acuerdo al psicólogo clínico Christian Martínez, una construcción equivocada de la masculinidad, hace que el hombre trate de expresar virilidad a través de la pelea y mostrarse como el que manda. "El cambio de chip se logrará con educación en temas de sexualidad, que enseña a entender los roles de género, es decir, educación sexual integral, y se tiene que hacer desde las escuelas y los hogares".
No podemos justificar las acciones violentas de un agresor, atacando y juzgando a la víctima, menos aún escondiéndonos a través de las redes sociales y perfiles anónimos.
"Estoy complemente en desacuerdo con este tipo de comentarios...Todos tienen derecho a vestirse como quieran, no vas a justificar que las mujeres sean acosadas, violadas o manoseadas por usar un short o minifalda...hay que ser empático, qué pasa si sucede eso con una hermana, hija, tía o mamá, ¿no estaríamos pensando lo mismo verdad?", opima Luciano Vargas Loo, locutor de radio Studio 92.
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