Reincorporarse al trabajo no siempre es fácil, ese volver a la rutina a veces causa, fatiga, tristeza y falta de energía.
Después de unas reparadoras vacaciones, volver a la rutina laboral puede causarnos un desorden emocional, que encaja en lo que es considerado depresión postvacacional.
“Existe una sintomatología emocional negativa, asociada al cambio que supone volver al trabajo y dejar las vacaciones”, explica José Antonio Piqueras Rodríguez, profesor del departamento de Psicología de la Salud de la Universidad Miguel Hernández de Elche (España), según recoge Biobiochile.cl.
Sin embargo, esta reincorporación al trabajo supone un proceso adaptativo que es normal y no prolongado, aunque suela evidenciarse con ansiedad, fatiga, tristeza y falta de energía en el camino.
La depresión posvacacional no guarda relación con el síndrome de Burnout, que es una patología severa que compromete un proceso paulatino de pérdida del interés en el trabajo, pérdida del sentido de la responsabilidad, irritabilidad y profundas depresiones.
Algunos especialistas han definido a este síndrome como el nuevo mal del siglo, y el principal originador de bajas laborales.
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