Psicólogo clínico recuerda que la expresión facial o corporal no puede ser reemplazada por emoticones. Dice que el WhatsApp se presta a malas interpretaciones.
El WhatsApp definitivamente se ha convertido en una herramienta que es muy usada con amigos y hasta con la pareja, pero esta aplicación tiene sus limitaciones y puede prestarse a malas interpretaciones.
En un artículo de Huffington Post, el psicólogo clínico Miguel Ángel Rizaldos explicó que el WhatsApp, contradictoriamente, puede acercarnos a quien se tiene lejos y alejarnos de quienes están cerca.
Además, advierte que esta app puede ser un arma de doble filo, si usamos expresiones tajantes que pueden ser mal entendidas por el interlocutor.
Recordó que la expresión facial o corporal no puede ser reemplazada por emoticones. "No hagas o digas aquello que no harías o dirías cara a cara", aconseja el especialista.