Nuestro organismo tiene una reacción fisiológica frente a los excesos, resulta lógico que necesitemos tiempo para recuperarnos y reinsertarnos a nuestras labores cotidianas.
¿Te ha pasado que luego de tus vacaciones, terminas más agotado que cuando empezaron tus días libres? ¿Has sentido que no has recargado las pilas y te atreves a decir que necesitas un "descanso real" posvacaciones?
Más temprano que tarde nos pasa factura el que no hagamos un alto, sin embargo, hacemos planes con amigos u organizamos viajes en los que tenemos bufé libre en el hotel y exageramos con las gaseosas y el alcohol.
Nuestro organismo tiene una reacción fisiológica frente a estos excesos, entonces resulta lógico que necesitemos tiempo para recuperarnos y reinsertarnos a nuestras labores cotidianas.
El psicólogo Christian Martínez plantea que las vacaciones deben contribuir a lograr salud mental y corporal. "Son una pausa temporal. Lo ideal es que sean un mínimo de 15 días a máximo dos meses. Lo que se busca es salir de la vida cotidiana, reinventarse para que mente y cuerpo recuperen energías. Relajarse o divertirse no necesariamente es sinónimo viajar, si se puede estar echado panza arriba, hay que hacerlo".
El especialista propone fomentar la "cultura del buen ocio", es decir, "el no hacer nada", una solución que ayudaría a eliminar el estrés al que a diario están sometidos, niños, adolescentes o adultos en sus respectivos ámbitos de trabajo o estudio.
"Necesitamos aburrirnos en el ocio, porque estar aburridos va a permitir que pensemos en qué podemos hacer. A los niños les permite fantasear y crear; a los adolescentes el aburrimiento los proyecta a futuro; los adultos aburridos y ociosos pueden repensarse".
Si no entiendes esta lógica y mas bien eres de los que dice: "nadie me quita lo bailado", ahora sabrás por qué tu cuerpo sí necesita que le des un respiro.
"Antes de que se terminen las vacaciones hay que tomarse al menos un par de días donde esa conducta de excesos se corte, para dar tiempo al cuerpo de un descanso. Nuestros órganos lo necesitan, el primero que resulta afectado es el hígado, que está todo el tiempo trabajando y es un laboratorio para procesar alimentos y sustancias tóxicas que están en el medioambiente", explica la nutricionista Sara Abu Sabbah.
Y si viviste con euforia los días que tenías libres también es necesario un descanso mental. "Hay menos horas de sueño y eso hace que todo el cuerpo y el sistema nervioso se estresen".
Los banquetes y bufets hay que evitarlos, nos dice Abu Sabbah. "Probar de todo pero en pequeñas cantidades. El secreto es ver el tamaño del plato, elegir uno de tamaño moderado y llenar de comida solo hasta el aro interno de la vajilla. Llenar pequeñas porciones y de esa manera se degusta de todo un poco sin exceder las cantidades.
Además las frutas son las mejores aliadas, porque contienen vitaminas y minerales. Son una buena forma de hidratarse y el dulce necesario para reponer el azúcar en sangre que se está usando, si en tu paseo haces muchas actividad física o deportes extremos.
Comparte esta noticia