Según especialistas, es sano que las parejas creen situaciones divertidas en conjunto, pero guardando algunos límites.
Si le cuentas a tu amiga que sueles 'tomarle el pelo' a tu pareja, probablemente te advierta que estés cerca de colmar su paciencia. Sin embargo, la reacción a esos 'estímulos' puede ser positiva para tu relación. Ahora te explicamos por qué.
Según el profesor de psicología de la Universidad de California (Estados Unidos), doctor Dacher Keltner, en su libro “Born to be Good: The Science of a Meaningful Life” (“Nacidos para ser buenos: La ciencia tras una vida con sentido”), este tipo de prácticas provoca situaciones divertidas, contribuye a enfrentar mejor los problemas y permite vínculos amorosos más duraderos.
Tiene lógica lo que dice el autor. Quien conoce tus vulnerabilidades o tus puntos débiles es alguien que se ha preocupado en conocerte, le interesa aprender de ti; y esas 'bromas pesadas' se traducen en diversión y en más probabilidades de éxito en el tiempo.
"El hacer bromas, el 'tomar el pelo', une a la pareja. La recomendación es siempre reforzar la relación con un te quiero, un te amo, darle un beso o un abrazo, sostenerse emocionalmente, reírse juntos, disfrutar del momento", explica el psicólogo peruano Christian Martínez.
"Son parejas que pueden durar mucho más tiempo porque están rompiendo esquemas de lo que ellos van permitiendo, se van conociendo más, a menudo están pensándose mutuamente. 'Pienso qué le puede gustar a ella, pienso cuál será la consecuencia, pienso en si estará bien o mal'. Si no está mi pareja presente en mí, no voy a tener detalles con ella, ni siquiera la voy a llamar, y eso hace que una relación amorosa se desvanezca y se vuelva compañerismo o amistad", agrega el especialista.
Pero cuidado con ser inoportuno o sobrepasar los límites, así que a continuación algunas recomedaciones:
1. Ten en cuenta en qué momento puedes 'tomarle el pelo' a tu pareja. "Si es un instante tenso por una discusión o una crisis y haces una broma para cambiar de tema, eso puede llevar a una situación mucho más compleja".
2. Considera que no a todas las parejas les gustan las bromas pesadas. "Si yo sé que él/ella es poco tolerante o medio picón/a, no voy a fastidiarlo/a. De lo contrario habrá un conflicto en lugar de sumar".
3. Todo juego es divertido hasta que alguien ya no quiera jugar. "Basta que reconocer hasta dónde él/ella quiere llegar, para decir hasta acá no más".
Comparte esta noticia