La costumbre de tomar cerveza antes o después de un partido de futbol afecta la coordinación y el equilibrio, e interfiere en la reposición de energía.
El endocrinólogo del Hospital Dos de Mayo, Hugo Arbañil Huamán, advirtió que contrariamente a lo que se piensa, el consumo de cerveza produce deshidratación pues genera un desequilibrio en la hormona antidiurética, ocasionando que se expulse más líquidos de los ingeridos.
“Se cree que las bebidas alcohólicas reducen la sed, en especial en verano, pero también es sabido que cuando se bebe la tendencia a orinar aumenta, esto porque el alcohol tiene un efecto diurético. Por ese mismo motivo al día siguiente la persona tiene mucha sed”, aseguró el especialista.
Al deshidratarse no solamente se pierde agua sino minerales que pueden producir cambios de carácter, calambres, mareos, fatigas, cansancio, aumento de frecuencia cardiaca, de temperatura corporal y nauseas, señaló.
Asimismo, Arbañil indicó que la desidratación puede producir a largo plazo infección urinaria, formación de cálculos renales, estreñimiento, migraña y trastorno broncopulmonares. La sed es el último síntoma de deshidratación.
Deportistas
El médico calificó como una mala práctica beber cervezas después de entrenamientos físicos, incluso si se consume en pequeñas cantidades, especialmente en verano o si lo hace un deportista ya que tiene efecto negativo sobre el rendimiento y favorece el riesgo de sufrir un golpe de calor.
“El consumo de alcohol previo a un partido provoca disminución de la reacción, de la coordinación ojo-mano y ojo-pie, de la precisión y del equilibrio. Si se hace tras un fuerte desgaste físico interfiere en la reposición de energía, detalló Arbañil. Haga clic para ver más noticias en la Sección Salud.
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