El 95% de los padres comete al menos un error a la hora de instalar los dispositivos de retención infantil en sus vehículos.
Investigadores de la Universidad de Ciencias y Salud de Oregon (Estados Unidos) determinaron que la mayoría de familias comete graves errores a la hora de instalar en sus autos el asiento para bebé. Así pues, no sorprende que durante el 2013 en Estados Unidos unos 8500 niños requirieron atención médica tras un accidente vehicular, 135 fallecieron.
"Los fabricantes de automóviles y de estas sillas infantiles deberían trabajar juntos para crear sistemas que resulten mucho más fáciles de usar y entender para los usuarios. A ello debe sumarse que los sistemas sanitarios ofrezcan apoyo antes y después del nacimiento, y muy especialmente para los niños más vulnerables, con objeto de asegurar un uso seguro de las sillas infantiles", indica Benjamin D. Hoffman, director de la investigación.
Para llegar a esta conclusión, los investigadores evaluaron entre noviembre de 2013 y mayo de 2014 cómo 291 familias instalaban las dispositivos de retención infantil en sus vehículos. Para comprobar la pericia de los padres, contaron con la ayuda de técnicos de seguridad que analizaron la colocación de las sillas y que corrigieron aquellas que estaban instaladas incorrectamente.
Los resultados revelaron que el 95% de las familias cometía al menos un error al instalar la silla infantil, y hasta un 91% cometía un error serio. Asimismo, del 15% de los participantes que fueron asesorados por los técnicos de seguridad para una correcta colocación de los asientos, el 83% cometía algún error.
Lo principales errores eran la colocación del arnés o cinturón, por lo general falto de tensión; y el ángulo de inclinación de la silla. De esta manera, los investigadores concluyeron que "las familias deben trabajar con los técnicos de seguridad en sillas infantiles antes de recibir el alta hospitalaria".
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