Por ello los autores del estudio consideran que la violencia de género es una cuestión prioritaria de salud pública a nivel mundial.
Un estudio realizado en Australia revela que las mujeres que han sufrido algún tipo de violencia de género, ya sea acoso, asalto sexual, agresiones de pareja o violación, padecen con mayor frecuencia trastornos mentales y abuso de drogas a lo largo de su vida.
El trabajo analizó los datos de casi 4.500 ciudadanas de Australia y se acaba de presentar en un número especial del "Journal of the American Medical Association" (JAMA), dedicado a la violencia y los derechos humanos.
Lo primero que llama la atención del estudio es que, de las mujeres estudiadas, un 27,4% había sufrido alguna de las mencionadas agresiones, lo que da una idea de la dimensión del problema.
Los autores del estudio consideran, por ello, que la violencia de género es una cuestión prioritaria de salud pública a nivel mundial.
Asimismo recuerdan algunos datos obtenidos en Estados Unidos: el 17% de las mujeres asegura haber sufrido una violación o un intento de violación, mientras que el 20% ha padecido agresiones de la pareja, acoso, o ambas.
El nuevo estudio, realizado en la Universidad de Nueva Gales del Sur (Australia), mostró una clara asociación estadística entre alguna de estas agresiones y la incidencia a lo largo de la vida de la ansiedad, el abuso de sustancias, el estrés postraumático y otros desórdenes psiquiátricos.
La asociación era aún más fuerte, como cabría esperar, cuando una sola mujer había sido víctima de varias de estas agresiones.
Por ejemplo, las mujeres sometidas a una sola forma de violencia presentaron altos porcentajes en desórdenes del ánimo (30,7%), ansiedad (38,5%), abuso de sustancias (23%), estrés postraumático (15,2%) y alguna enfermedad mental (57,3%) en algún momento de su vida.
En el caso de las mujeres que habían sido expuestas a tres de las cuatro conductas violentas, las cifras eran más preocupantes: 77,3% ansiedad; 52,5% abusó de sustancias; 56,2% tuvo estrés postraumático; y 89,4% le fue diagnosticada algún desorden mental en algún momento de su vida.
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