Se trata de un parche con microagujas, que no causa dolor y que podría replicarse a otras enfermedades.
Una gripe puede ser mortal, así que el malestar general y la fiebre de 38 grados son efectos más benignos. Investigadores estadounidenses del Instituto de Tecnología de Georgia y de la Universidad de Emory, en Atlanta, han desarrollado una vacuna para esta enfermedad de alcance mundial, con la ventaja de que no duele y es tan eficaz como la vacuna tradicional.
Se trata de un parche con microagujas indoloro que entusiasma, porque esta forma de vacunación podría replicarse a otras enfermedades como las paperas, la rubeola o la poliomielitis.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), todos los años se evita la muerte de más de 2,5 millones de niños en todo el mundo gracias a las vacunas, un hecho que se impone sobre quienes hacen activismo contra este tipo de inmunización.
El estudio
Fue aplicado en 100 adultos voluntarios de 18 a 49 años de edad y se compararon los efectos de la vacunación con el parche con microagujas y la clásica vacuna intramuscular de la gripe.
Se observó que con esta nueva forma de vacunación, el único efecto secundario es el enrojecimiento y picor de la piel en la zona de la aplicación, algo que no se prolongó por más de tres días. Y a través de un análisis sanguíneo se comprobó que la protección contra la gripe se mantiene por un periodo no menor de seis meses, igual a como ocurre con la vacuna tradicional.
El trabajo de los investigadores norteamericanos estaría abriendo paso a una nueva forma de vacunación, que goza de buena aceptación. Por ejemplo, el 70 % de los participantes del estudio, publicado en The Lancet, dijo preferir los parches al típico pinchazo.
Autoadministrables
A diferencia de la vacunación con jeringa, que debe ser aplicada por personal médico, los parches con microagujas pueden ser administrados por los propios pacientes.
Además de la ventaja que implica evitar el dolor de la inyección, los 'parches vacunales' también representan una ventaja a nivel económico y de producción. Al ser autoadministrables, se puede prescindir de profesionales de la salud, son de fácil almacenamiento y no requieren de refrigeración.
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