Investigaciones corroboran que preferir dedicarse a los hobbies, tener experiencias nuevas y darle tiempo a los demás es más gratificante que trabajar hasta el cansancio por tener más ingresos.
Las personas que le dan más importancia al tiempo en lugar del dinero registran un mayor bienestar subjetivo, explica una investigación publicada en la revista de Psicología Social y Ciencia de la Personalidad. Esto quiere decir que se sienten estadísticamente más felices y satisfechos con sus vidas.
¿Cómo se llegó a esta conclusión? Se entrevistaron a más de 4 mil estadounidenses de diferente edad, estrato social, ocupaciones y estado civil sobre si preferían tener más tiempo o dinero. El 64% prefirió el dinero, pero aquellos que le daban más valor al tiempo registraron mayor bienestar y felicidad. Estos últimos entendían tanto las horas como la riqueza de manera diferente, y decidieron invertir el dinero o el tiempo de manera diferente.
A diferencia de aquellos que eligieron el dinero, que eran más propensos a obsesionarse con no tener suficiente, las personas que optaron por el tiempo se concentraban más en qué hacer y planeaban “invertirlo” en cosas que querían y no en lo que necesitaban (por ejemplo, tener un pasatiempo en lugar de limpiar) y en dedicárselo a otras personas: estas dos formas de invertir el tiempo se relacionan con mayores niveles de bienestar subjetivo.
Felicidad a la peruana
Esta idea ya había sido estudiada a inicios de este año por la Universidad de British Columbia en Canadá. Según los investigadores, valorar el tiempo sobre el dinero está asociado a mayores niveles de felicidad, sobre todo cuando para conseguir ese dinero son precisas amplias horas de trabajo. Asimismo, a medida que las personas envejecen aprecian más cada minuto, idea que comparten los mayores con los millennial. Esta generación considera que el trabajo es solo uno de los tantos medios para tener estabilidad y bienestar, según la consultora Price Waterhouse Coopers.
¿Cómo entendemos los peruanos la felicidad? Según el psicólogo Jorge Yamamoto, el sueño peruano involucra tener una familia educada, próspera y elegante. “Tenemos grabado en nuestro cerebro que debemos pertenecer a una tribu. A diferencia de otras partes del mundo, en el Perú y en Latinoamérica seguimos apoyándonos en nuestra familia y en nuestros amigos para sortear dificultades. Cuando nos preocupamos nos estresamos y generamos una hormona llamada cortisol. Acudimos a nuestras redes de apoyo, solucionamos los inconvenientes y nos sentimos aliviados; en ese momento generamos occitocina y opiáceos. Así creamos un circuito virtuoso que nos hace sentir felices”, explica Yamamoto en su charla TED x Tukuy.
6 tips gratis para ser más felices
Además de tener y disfrutar de tiempo para nosotros, existen otras recomendaciones que podemos seguir para mantener nuestra tranquilidad y bienestar emocional. Según Tal Ben-Shahar, profesor de Harvard y autor del best seller Being Happy, siguiendo estos seis consejos podemos sentirnos más afortunados y contentos:
- Aceptar los fracasos: “Aceptando las emociones negativas, conseguiremos abrirnos a disfrutar de la positividad y la alegría”. La idea es perdonarnos y aceptar los procesos que nos han llevado a ser lo que hoy somos.
- Agradecer lo bueno que pase: No podemos simplemente asumir que las cosas buenas tienen que pasarnos. Debemos agradecer lo pequeño y lo grande, nos dice el especialista israelí.
- Hacer deporte: Caminar a paso rápido por 30 minutos es suficiente para que el cerebro genere endorfinas, las hormonas que nos hacen sentir felices.
- Simplificar en el ocio y en el trabajo: “Identifiquemos qué es lo verdaderamente importante, y concentrémonos en ello.” Con esto, el profesor de Harvard nos recomienda centrarnos en lo que realmente nos hace felices y hacerlo. Si tratamos de lograrlo todo al mismo tiempo, nos frustraremos.
- Aprender a meditar: Esta actividad nos aportará paz y tranquilidad. Según Ben-Shahar, es una buena oportunidad para manejar nuestros pensamientos hacia el lado positivo.
- Tener resiliencia: Dícese de la capacidad de reponerse emocionalmente de las adversidades, las condiciones de vida difíciles y los eventos traumáticos. Las personas con esta cualidad se recuperan, fortalecen y tienen más recursos para afrontar problemas futuros.
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